A causa de lo que ha pasado ayer, no tuve ningún visita excepto de los claretianos que están cerca de la ciudad de zamboanga. No ha podido l...
A causa de lo que ha pasado ayer, no tuve ningún visita excepto de los claretianos que están cerca de la ciudad de zamboanga. No ha podido llegar el provincial por problemas en el aeropuerto. Nadie de la gente y la comunidad de basilan ha podido llegar. No estaban mis padres ni los parientes por miedo de los rebeldes y de las noticias del media sobre la ciudad de zamboanga. No conozco la gente de la parroquia ni de los que estaban en la eucaristÃa. Me sentÃa solo. Pero en la soledad, durante la consagración y del tiempo del letanÃa me sentÃa unido con aquellos que están en duelo por la pérdida de sus seres queridos, por los gomeros que fueron asesinados ayer, para las familias que fueron dejados por sus seres queridos. Yo estaba unido con la misión. Mi mente en el dÃa de la profesión perpetua estaba en Tumahubong, estaba en la misión. Mi corazón estaba con la comunidad que hoy sufre por lo que ha pasado. Rogaba a cada santo mencionado a interceder por gente concretas en la misión.
Esto es lo que profeso: a ser misionero claretiano que abrasa por donde pasa, que arde en caridad, se alegra en las calumnias y tormentas… este es la vida que he querido, que he entrado, y que abraso. Este es la vida que seguiré queriendo y abrasando por siempre. Gracias a Dios por este don. Gracias por la vida religiosa. Por fin he encontrado el tesoro que nunca volverÃa a cambio de otra cosa en la vida. Lo siento por los otros tesoros que he dejado a lo largo del camino.
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