Quiero compartir con vosotros un pequeño parte de lo que vimos en la clase sobre la identidad de Jesús el Nazareno, un judío marginal del si...
Si alguien te pregunta, o por ejemplo un amigo tuyo te pregunta quien soy yo, ¿en que manera lo vas a hacer? Es difícil definir y decir sobre una persona ya que la definición de la palabra persona en si misma varia en muchos casos. Pero una manera de decir o hablar sobre la identidad de una persona es de manera implícita o indirecta. Podemos descubrir la identidad de Jesús a partir de sus relaciones - primero con Dios, con los hombres de su tiempo, y con las estructuras de la sociedad de aquel tiempo, y yo añade que también se puede identificarle a partir de la relación contigo.
RELACIÓN CON DIOS. Jesús llama a Dios como ABBÁ, como padre. Así que indica una relación filial. Y ese hijo o a través de esa relación, veíamos el rostro del Dios. En el antiguo testamento Dios hablaba y relacionaba con el pueblo pero nadie le veía ni le conocía por su rostro. Este Jesús que llama a Dios Padre, el hijo encarnado que es verdadero hombre como tú y yo y que es verdadero Dios, nos hace conocer a Dios como un Dios que tiene Palabra y un Tú con Rostro concreto. Jesús es el rostro concreto de este Dios ademas de que él es la Palabra o Logos. La Palabra hace y media históricamente la relación del yo y tú.
El rostro es una realidad única que se transforma inmediatamente en metáfora de la mismidad de cada ser humano. ¿Alguna vez has visto tu propio cara sin mirarlo en el espejo? Pues, somos mirados y reconocidos en el rostro de los otros. La mirada del prójimo es lo que nos hace existir. La mirada de Jesús a ti es lo que te hace existir. Pero nuestro mirada a Jesús no es lo que le hace o que hace Dios existir. Jesús es la parábola de Dios, quien contempla la totalidad de la vida de este judío marginal del siglo I está contemplando el rostro del Dios. Así que podemos decir que Jesús como hombre es un espejo de nuestro Dios y de nuestro existencia.
RELACIÓN CON LOS HOMBRES. Como ya he dicho en algunas entradas de este blog, Jesús, cuando vivía en la tierra, vivió, relacionó con la gente de su tiempo - una cercanía al hombre concreto. Él comía con los pobres, con los pecadores, con los ricos, etc, etc. Y con esto, Jesús no nos desvela a Dios de los justos solo, sino al Dios que hace salir el sol sobre buenos y malos, sobre justos o injustos. Nos desvela que Dios es Dios de todos. Él nos desvela la incondicional amor del Padre. Dios no te ama porque hagas buenas obras ni te condena por tus malas obras. Dios ama gratuitamente al hombre por su condición de hijo y no por las frutas de sus buenas obras. Jesús es el Dios de la igualdad en la desigualdad. Jesús es el que libera el hombre. Pero aquí no me refiere a la libertad y liberación que conoces. Es otra cosa que quiero compartir con vos algún día también en este blog.
RELACIÓN CON LA ESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD. En algunos momentos quizás has escuchado sobre el evangelio de Juan sobre la ley y el templo y como estos se convierten en La Ley y El Templo. Os contaré también sobre esa tema cuando tengo tiempo. Las estructuras religiosas (ley, templo, ofrendas, etc.) como mediaciones irrenunciables del acercamiento del hombre a Dios ceden el puesto a la exclusiva mediación de una persona - JESÚS. Jesús es la Ley, él es el verdadero Templo de Dios, el es la Ofrenda. No es una sustitución de Dios. En Jesús con su ministerio de liberación, se subvierte el sistema religioso de mediación y Él queda en el centro con su reclama de vida para ti.
JESÚS NO ES MÁS, SINO QUE DICE, HACE Y REZA COMO EL ÚNICO, PALPABLE DIOS. ES EL SIGNO QUE YA ESTÁ PERO TODAVÍA NO. ES EL REINO DE DIOS EN SI MISMA QUE YA ESTÁ AQUÍ PRESENTE PERO TODAVÍA NO.
Espero que por lo menos esto te ha ayudado entender el evangelio de hoy. LÉELO AQUÍ. Lo siento si fuera el contrario. Agradecimiento al profesor que nos compartió algunas cosas que he puesto aquí sobre este tema y espero que el no me acusaría de herejía.
Y ahorra bien ¿quién dices que es el?
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