En las calles donde la gente paseaba mucho, se encuentran algunos anuncios de empresas, tiendas de comestibles, las ventas del descuento,...
En las calles donde la gente paseaba mucho, se encuentran algunos anuncios de empresas, tiendas de comestibles, las ventas del descuento, pelÃculas y otros anuncios. La mayorÃa de las veces, los dueños de estos productos utilizan personajes famosos para apoyarlos o contratan a algunos hombres guapos o mujeres hermosas, artistas, estrellas de la pelÃcula. Y con esto, la gente los compra, porque eso es lo que sus Ãdolos, sus estrellas lo hacen, lo comen, lo usan. Las estrellas en los anuncios nos atraen a adorar a sus productos, usarlos, y llevar nuestros tesoros a ellos. Y a cambio, digamos que comemos bien, vivimos bien, y son convenientes. Ellos son como pequeñas luces que nos guÃan a lo que es lo mejor para comer y vivir en este mundo. También sus hermosas palabras nos cambian nuestros puntos de vista, la forma de vivir, nuestra forma de actuar en este mundo.
En las lecturas de hoy, fiesta de la EpifanÃa, habÃamos visto otra luz que nos atrae. No sé si te lo atrae al bien. Espero que sÃ. El evangelio de hoy nos habla de una estrella que ha conducido a los tres Reyes Magos al Belén. Los reyes magos vieron la estrella y les llevó desde el oriente a Jerusalén. Vinieron en busca del Rey de los JudÃos. Era la luz de esta estrella que les llevó a Él mismo, a Belén, donde estaba el que serÃa luego la estrella de todo el tiempo. Cuando llegaron a su destino, adoraron, dieron sus tesoros al Señor, y se volvieron de por otro lado. Las palabras de Herodes no incitaron a los tres Reyes Magos para volver a él. Pero, sà que la palabra de Dios, por medio de un sueño, les cambió sus pensamientos y les cambió la dirección para llegar a casa. La palabra de Dios cambia la mentalidad de personas que verdaderamente Le encuentran.
La estrella en sà es un sÃmbolo de la luz de Cristo. La luz es la misma Palabra, la Palabra de Dios que se ha hecho carne y habita entre nosotros. Él es el a quien el profeta IsaÃas habló en la primera lectura de hoy. Él es la luz que se refiere. La brillante luz de la gloria del Señor. Y es su luz que ilumina las mentes de los sabios de los años de las perras y hasta a los de hoy. Una persona verdadera sabia buscarÃa el significado de su vida en Cristo, en el Señor. Y él que hace esto, sin duda, encuentra la alegrÃa en la vida, la satisfacción, la plenitud de vida cristiano. Una persona iluminada en Cristo sin duda adora a Dios, y da su mejor tesoro en la vida: su corazón. Nuestro corazón es tan precioso como el oro, el incienso y la mirra (tres sÃmbolos de la riqueza don de Dios, la adoración a Dios, y de la muerte que conduce a Dios). Da un corazón que ama a Dios, un corazón lleno de riqueza, un corazón que permanece en Dios. El corazón que está iluminado por las palabras de Dios cambia, su punto de vista se cambia, la forma de vida cambia, hasta la forma de comportar cambia. Y es por eso que una persona se llama sabio porque él tiene un corazón transformado.
¿Qué significa esto para nosotros? Esto significa que, en lugar de ver, adorar, seguir solo a nuestras estrellas de los cines, del TV que nos conducen al comercio que parece la vida guay que deberÃamos tener, o en vez de seguir cualquier Ãdolo o una estrella que tenemos en la vida, déjate que Jesucristo sea vuestra estrella de guÃa. Déjate ser iluminada en Jesucristo y ser pequeños lunas a tu prójimo. La segunda lectura de hoy, dijo que como pueblo de Dios estamos llamados en Cristo Jesús, a compartir la misma herencia, ser miembros del mismo cuerpo y partÃcipes de la misma promesa de Dios por medio del Evangelio.
Asà que mis queridos amigos, si te dejas guiar por la estrella de Cristo, ten cuidao por que su vida cambiará. Vas a tener un punto de vista diferente. Tendrás una forma diferente de actuar en este mundo de sufrimiento, de problemas, mundo de indiferencia, de pobreza. Serás capaz de cambiar las cosas negativas de la vida por alegrÃa, misericordia y compasión. Vas a caminar un camino diferente, desigual de tu vida antes de ser iluminado por Cristo. Y tú mismo se convertirá como portador de la luz de Cristo. Es la mejor regalo que puedes dar a los de mas.
En las lecturas de hoy, fiesta de la EpifanÃa, habÃamos visto otra luz que nos atrae. No sé si te lo atrae al bien. Espero que sÃ. El evangelio de hoy nos habla de una estrella que ha conducido a los tres Reyes Magos al Belén. Los reyes magos vieron la estrella y les llevó desde el oriente a Jerusalén. Vinieron en busca del Rey de los JudÃos. Era la luz de esta estrella que les llevó a Él mismo, a Belén, donde estaba el que serÃa luego la estrella de todo el tiempo. Cuando llegaron a su destino, adoraron, dieron sus tesoros al Señor, y se volvieron de por otro lado. Las palabras de Herodes no incitaron a los tres Reyes Magos para volver a él. Pero, sà que la palabra de Dios, por medio de un sueño, les cambió sus pensamientos y les cambió la dirección para llegar a casa. La palabra de Dios cambia la mentalidad de personas que verdaderamente Le encuentran.
La estrella en sà es un sÃmbolo de la luz de Cristo. La luz es la misma Palabra, la Palabra de Dios que se ha hecho carne y habita entre nosotros. Él es el a quien el profeta IsaÃas habló en la primera lectura de hoy. Él es la luz que se refiere. La brillante luz de la gloria del Señor. Y es su luz que ilumina las mentes de los sabios de los años de las perras y hasta a los de hoy. Una persona verdadera sabia buscarÃa el significado de su vida en Cristo, en el Señor. Y él que hace esto, sin duda, encuentra la alegrÃa en la vida, la satisfacción, la plenitud de vida cristiano. Una persona iluminada en Cristo sin duda adora a Dios, y da su mejor tesoro en la vida: su corazón. Nuestro corazón es tan precioso como el oro, el incienso y la mirra (tres sÃmbolos de la riqueza don de Dios, la adoración a Dios, y de la muerte que conduce a Dios). Da un corazón que ama a Dios, un corazón lleno de riqueza, un corazón que permanece en Dios. El corazón que está iluminado por las palabras de Dios cambia, su punto de vista se cambia, la forma de vida cambia, hasta la forma de comportar cambia. Y es por eso que una persona se llama sabio porque él tiene un corazón transformado.
¿Qué significa esto para nosotros? Esto significa que, en lugar de ver, adorar, seguir solo a nuestras estrellas de los cines, del TV que nos conducen al comercio que parece la vida guay que deberÃamos tener, o en vez de seguir cualquier Ãdolo o una estrella que tenemos en la vida, déjate que Jesucristo sea vuestra estrella de guÃa. Déjate ser iluminada en Jesucristo y ser pequeños lunas a tu prójimo. La segunda lectura de hoy, dijo que como pueblo de Dios estamos llamados en Cristo Jesús, a compartir la misma herencia, ser miembros del mismo cuerpo y partÃcipes de la misma promesa de Dios por medio del Evangelio.
Asà que mis queridos amigos, si te dejas guiar por la estrella de Cristo, ten cuidao por que su vida cambiará. Vas a tener un punto de vista diferente. Tendrás una forma diferente de actuar en este mundo de sufrimiento, de problemas, mundo de indiferencia, de pobreza. Serás capaz de cambiar las cosas negativas de la vida por alegrÃa, misericordia y compasión. Vas a caminar un camino diferente, desigual de tu vida antes de ser iluminado por Cristo. Y tú mismo se convertirá como portador de la luz de Cristo. Es la mejor regalo que puedes dar a los de mas.
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